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viernes, 14 de octubre de 2016

Storytelling - El arte de contar historias

¿Por qué storytelling?

Es una forma de animar al alumnado a crear su propio contenido en lugar de limitarse a consumirlo. Mediante la combinación de imágenes, música, texto y voz, podrán crear historias independientemente de su contenido y del curso en que se encuentran, incorporando las competencias del siglo XXI: creatividad, comunicación y colaboración.
Las películas, creadas hace más de  un siglo, representan el comienzo de la narración digital. El consumo del cine es hoy en día un fenómeno cultural. El hecho de poder editar esos vídeos supuso un reto que mejoró notablemente tras la llegada del software, las Webs y las aplicaciones, que ponen en práctica tales habilidades: el ejemplo más identificativo es Youtube. En ninguna otra época de la historia hemos sido capaces de crear, editar y compartir videos, tanto de forma personal como a nivel global. De hecho, los vídeos e imágenes son en la actualidad las principales formas de comunicación.

¿Cómo hacer narrativas digitales en las aulas?

1. Empieza con una idea:
Las historias siempre comienzan con una idea, y las digitales no son una excepción. Esta idea puede ser una lección de conocimiento, el capítulo de un libro o una pregunta para la clase. Las historias digitales pueden ser ficticias o reales y, una vez que tengas la idea, has de ser muy claro: tendrás que escribirla, elaborar un párrafo, hacer un mapa mental...

2. Investiga/Explora/Aprende:
Ya sea haciendo un storytelling ficticio o real, los/las estudiantes necesitan investigar, explorar y aprender sobre ese tema, con la finalidad de obtener información sobre la cual se construirá la historia. Durante el proceso, cada estudiante podrá aprender a filtrar información, darle fiabilidad y validez, mejorar sus técnicas de búsqueda...
En esta etapa es muy importante organizarse. A menudo tendremos que utilizar mapas mentales para quepuedan realizar un óptimo seguimiento de la información. Nos serán de utilidad las herramientas online para ir tomando notas. De esta manera, a los y las estudiantes, les sera mucho más sencillo continuar con su trabajo.

3. Escribe:
Cuando tratas de escribir, no hay nada peor que un folio en blanco. Por eso hay que seguir dos pasos: en primer lugar, debes moldear tu propuesta para convertirla en introducción; por otro lado, se trata del momento de toma de decisiones literarias. Por ello, debes ampliar tus opciones y darte la oportunidad de romper con lo que consideramos tradicional. En una ocasión, trabajé con los maestros de la escuela de estudios sociales, quienes pedían a los estudiantes que realizaran un ensayo o un trabajo de investigación previo al guón de su historia: me dijeron que los estudiantes que escriben han de ser expertos en el tema. Esto, evidentemente, depende del objetivo y alumnado del que disponemos.

4. El diseño:
Las buenas historias comienzan con un buen guión, pero eso no lo es todo: la alfabetización de los medios audiovisuales ha hecho grandes cosas. El diseño de la historia es el primer paso hacia la comprensión del sonido y las imágenes: es el plan que orienta las decisiones que han de tomarse en relaión a la comprensión del sonido, las imágenes y los vídeos. Los programas más avanzados podrán incluir transiciones en el movimiento, música de fondo, etc.



5. Unir y crear imágenes, audio y vídeo:
Esto es lo que hace que la historia cobre vida: el uso de un guión gráfico mediante imágenes, vídeo y audio. Tendrás que mezclar para ello una jerarquía visual, así como adecuar el tono y las ilustraciones. 
Tambien debemos tener en cuenta los derechos de autor y el justo uso de los materiales que creamos. Pasarás mucho tiempo escribiendo y grabando y, en ocasiones, reestructurarás el guión a medida que grabas. Además, mediante este proceso, tomas conciencia de tus errores

6. Juntarlo todo:
Y llegó el momento mágico...Tienes que comprobar que tu guión gráfico consta del material suficiente para crear su obra maestra: tendrás que revisar tu historia. Así encontrarás la manera de utilizar herramientas tecnológicas mucho más allá de las expectativas que tenías en un principio.
Tu profesor/a te proporcionará una rúbrica de evaluación para que puedas comprobar todo el proceso, paso a paso, y ejercer una valoración autocrítica de tu propio trabajo 

7. Comparte:
Compartir en línea las historias con un público más amplio y que otras personas puedan leer y valorar su trabajo es algo muy gratificante.

8. Reflexión y sugerencias:

A menudo, en los procesos educativos, no dejamos tiempo sufuciente para que se reflexione y se lleve a cabo un proceso de retroalimentación, pero todos sabemos que deberían contestarse a preguntas como ¿qué he aprendido? ¿qué tareas se hacer ahora que antes no sabía? ¿Cómo puedo seguir mejorando?

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