¿Por qué
storytelling?
Es una forma
de animar al alumnado a crear su propio contenido en lugar de limitarse a
consumirlo. Mediante la combinación de imágenes, música, texto y voz, podrán
crear historias independientemente de su contenido y del curso en que se
encuentran, incorporando las competencias del siglo XXI: creatividad,
comunicación y colaboración.
Las
películas, creadas hace más de un siglo, representan el comienzo de la
narración digital. El consumo del cine es hoy en día un fenómeno cultural. El
hecho de poder editar esos vídeos supuso un reto que mejoró notablemente tras
la llegada del software, las Webs y las aplicaciones, que ponen en práctica
tales habilidades: el ejemplo más identificativo es Youtube. En ninguna otra
época de la historia hemos sido capaces de crear, editar y compartir videos,
tanto de forma personal como a nivel global. De hecho, los vídeos e imágenes
son en la actualidad las principales formas de comunicación.
¿Cómo hacer
narrativas digitales en las aulas?
1. Empieza
con una idea:
Las
historias siempre comienzan con una idea, y las digitales no son una excepción.
Esta idea puede ser una lección de conocimiento, el capítulo de un libro o una
pregunta para la clase. Las historias digitales pueden ser ficticias o reales
y, una vez que tengas la idea, has de ser muy claro: tendrás que escribirla,
elaborar un párrafo, hacer un mapa mental...
2.
Investiga/Explora/Aprende:
Ya sea
haciendo un storytelling ficticio o real, los/las estudiantes necesitan
investigar, explorar y aprender sobre ese tema, con la finalidad de obtener
información sobre la cual se construirá la historia. Durante el proceso, cada
estudiante podrá aprender a filtrar información, darle fiabilidad y validez,
mejorar sus técnicas de búsqueda...
En esta
etapa es muy importante organizarse. A menudo tendremos que utilizar mapas
mentales para quepuedan realizar un óptimo seguimiento de la información. Nos
serán de utilidad las herramientas online para ir tomando notas. De esta
manera, a los y las estudiantes, les sera mucho más sencillo continuar con su
trabajo.
3. Escribe:
Cuando
tratas de escribir, no hay nada peor que un folio en blanco. Por eso hay que
seguir dos pasos: en primer lugar, debes moldear tu propuesta para convertirla
en introducción; por otro lado, se trata del momento de toma de decisiones
literarias. Por ello, debes ampliar tus opciones y darte la oportunidad de
romper con lo que consideramos tradicional. En una ocasión, trabajé con los
maestros de la escuela de estudios sociales, quienes pedían a los estudiantes
que realizaran un ensayo o un trabajo de investigación previo al guón de su
historia: me dijeron que los estudiantes que escriben han de ser expertos en el
tema. Esto, evidentemente, depende del objetivo y alumnado del que disponemos.
4. El diseño:
Las buenas
historias comienzan con un buen guión, pero eso no lo es todo: la
alfabetización de los medios audiovisuales ha hecho grandes cosas. El diseño de
la historia es el primer paso hacia la comprensión del sonido y las imágenes:
es el plan que orienta las decisiones que han de tomarse en relaión a la
comprensión del sonido, las imágenes y los vídeos. Los programas más avanzados
podrán incluir transiciones en el movimiento, música de fondo, etc.
5. Unir y crear imágenes, audio y vídeo:
Esto es lo que hace que la historia cobre vida: el uso de un guión gráfico
mediante imágenes, vídeo y audio. Tendrás que mezclar para ello una jerarquía
visual, así como adecuar el tono y las ilustraciones.
Tambien debemos tener en cuenta los derechos de autor y el justo uso de los
materiales que creamos. Pasarás mucho tiempo escribiendo y grabando y, en
ocasiones, reestructurarás el guión a medida que grabas. Además, mediante este
proceso, tomas conciencia de tus errores
6. Juntarlo todo:
Y llegó el momento mágico...Tienes que comprobar que tu guión gráfico
consta del material suficiente para crear su obra maestra: tendrás que revisar
tu historia. Así encontrarás la manera de utilizar herramientas tecnológicas
mucho más allá de las expectativas que tenías en un principio.
Tu profesor/a te proporcionará una rúbrica de evaluación para que puedas
comprobar todo el proceso, paso a paso, y ejercer una valoración autocrítica de
tu propio trabajo
7. Comparte:
Compartir en línea las historias con un público más amplio y que otras
personas puedan leer y valorar su trabajo es algo muy gratificante.
8. Reflexión y sugerencias:
A menudo, en los procesos educativos, no dejamos tiempo sufuciente para que
se reflexione y se lleve a cabo un proceso de retroalimentación, pero todos
sabemos que deberían contestarse a preguntas como ¿qué he aprendido? ¿qué
tareas se hacer ahora que antes no sabía? ¿Cómo puedo seguir mejorando?
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