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domingo, 19 de noviembre de 2017

CATHY


No veía nada. Sobre mi cuerpo estaba la puerta de mi casillero y al lado mío logre distinguir el rostro  de una persona. Pensé que era mentira. Pero no fue así.
Catherine se encontraba a mi lado. Logré escuchar un leve sollozo en mi oído.
_ Te amo… escuché decir a Cathy, mientras un pitido intermitente cubría su hermosa voz.
_ No_ le dije, tratando de moverme, pero no pude hacer nada. Cathy estaba en un charco de sangre.
Esos dementes me la habían robado. Cathy siempre había sido una chica buena. Nunca le había hecho el mal a nadie y ahora estaba en un puto charco de sangre.
_Cathy… mi Cathy.
Escuché más disparos, pero ya no podía hacer nada. Mis piernas no se movían y la pieza de metal que estaba sobre mi pecho pesaba más de lo que esperaba.
Luego de un rato dejé de escuchar ruidos. Empecé a pensar qué mierda había pasado.
Cathy había muerto. Creí que si eso le pasó a Catherine, estos dos dementes no tendrían piedad con los demás.
Escuché pasos. Logré ver a un hombre con capa. Era uno de ellos. Llegó mi hora. Acercó su arma a mi cabeza y pensé en ella.

20 de abril de 1999. Eric Harris puso una bala en mi frente.

Tomàs Tabarez 1 ero BK Bachillerato audiovisual

ITS Buceo

viernes, 17 de noviembre de 2017

EL VIAJE



Ese día nos despertamos muy temprano, no era una mañana como cualquiera. Hace pila que estábamos esperando nuestras vacaciones a Los Ángeles con mi señora y mi hijo.  Teníamos ya el equipaje pronto, llamamos a un taxi para ir a tomar el vuelo.
El auto para en la puerta, mientras mi mujer ayuda a subir a mi pequeño yo acomodo los bolsos en la valija del mismo.
-          ¿A dónde van? Me pregunto el chofer.
-          Vamos al Aeropuerto Internacional de Logan. Por favor.
Mientras íbamos en el taxi algo me decía que nos olvidábamos de alguna cosa. ¿Pero qué? No me podía dar cuenta. ¿Qué podría ser?
-          ¡Los boletos…de vuelta ahora que me olvide los boletos!!! Grite desesperado.
El chofer sin dudarlo dio la vuelta de nuevo a nuestro lugar de partida. Baje corriendo, no encontraba las llaves para abrir la puerta, todo parecía estar en nuestra contra. ¿Cómo me puede olvidad los pasajes? No podía dejar de pensar. Regrese al taxi, comenzamos de nuevo nuestro viaje al aeropuerto, ahora sí, nada podía salir mal.
Siete y media de la mañana llegamos al aeropuerto, ya la puerta de nuestro avión estaba cerrada, no nos dejaron subir, teníamos que esperar el próximo vuelo con destino a Los Ángeles. De la impotencia me puse a llorar, les arruiné las vacaciones a mi familia.
A los 15 minutos que salió el avión, corría el rumor en el aeropuerto que el vuelo once de American Airlan fue secuestrado, ese era nuestro vuelo, el que perdimos. A las ocho y cuarenta y seis el avión se estrelló en la torre norte del World Trade Center. 

Cristhian Umpierrez 1ero BK de Bachillerato Audiovisual
ITS Buceo